Después de la invasión exitosa de Polonia por parte de la Alemania de Adolf Hitler en septiembre de 1939, que da origen a la Segunda Guerra Mundial, el Führer se fija en avanzar hacia el oeste del continente europeo. La ofensiva alemana hacia el oeste de Europa comienza en la primera mitad de 1940, y entre sus objetivos prioritarios se encuentran Francia y Reino Unido. Aunque en su avance hacia esos países también invaden Holanda y Bélgica.
- Ofensiva alemana hacia el oeste de Europa
- La trampa de Alemania a Francia
- Dunkerke y el Canal de la Mancha
- Italia y el avance alemán a París
- Alemania invade los Países Bajos
- Alemania invade Bélgica
- Charles de Gaulle contraataca
- Los alemanes llegan al Canal de la Mancha
- El rey de Bélgica capitula
- Churchill ordena la evacuación de Dunkerke
- El ejército alemán llega a la playa de Dunkerke
- Italia declara la guerra a Francia y Reino Unido
- Los alemanes entran en París
- La ofensiva alemana hacia el oeste de Europa en 1940 hace que Francia se divida en dos
- Gran Bretaña amenazada: RAF vs. Lufftwaffe
Ofensiva alemana hacia el oeste de Europa
El 10 de mayo de 1940 los alemanes lanzan su ofensiva dejando caer a sus paracaidistas sobre Holanda. Podría marcarse ese día como el inicio de la ofensiva alemana hacia el oeste de Europa en 1940. Al día siguiente los paracaidistas caen sobre Bélgica, en una estrategia de señuelo para despistar a los franceses. En ambos casos forman la avanzadilla de unos 3 millones de soldados alemanes penetrando en países de la Europa occidental.
Desembarco de paracaidistas alemanes en Tedingerbroek, al este de La Haya (Países Bajos). Foto alrededor de las 4 de la mañana del 10 de mayo de 1940. Se distinguen tres aviones Junkers Ju-52 lanzando paracaidistas. Nationaal Archief / CC BY-SA 3.0 NL
El comandante en jefe de las fuerzas aliadas, Maurice Gamelin, diseñó durante la Guerra Falsa la defensa de Francia ante un ataque alemán. Con objeto de detener el avance germano, envía a Bélgica a los mejores militares de su país y a la Fuerza Expedicionaria Británica, pensando que atacarán Francia atravesándolo, tal y como sucedió durante la Primera Guerra Mundial. Adolf Hitler, ante el movimiento francés, ordena al mariscal Göring que les deje internarse en tierras belgas, pensando en atacarles posteriormente por la retaguardia. Paralelamente y siguiendo el plan alemán, la Wehrmacht cruza por el bosque de las Ardenas, algo que los franceses descartaron al considerar esa zona geográfica como impenetrable.
El 11 de mayo de 1940 los paracaidistas alemanes caen sobre Bélgica con la misión de neutralizar el bastión del sistema de defensa belga, situado en torno al Fuerte de Eben-Emael. La Wehrmacht consigue neutralizarlo y entrar en Lieja ese mismo día. Entre otros objetivos, los alemanes lanzan su ofensiva aérea destruyendo puntos estratégicos, como refinerías, puntos de combustible y aeropuertos. Las ciudades del este y norte de Francia son bombardeadas, así como también puerto holandés de Rotterdam. La Reina Guillermina de los Países Bajos parte hacia Londres para continuar la lucha con su gobierno, acompañada por su hija Juliana, el príncipe Bernardo y el hijo de ambos, la futura reina Beatriz. En Londres, el nuevo Primer Ministro es Winston Churchill y clama con firmeza por la victoria frente a Alemania y sus países ocupados.
La trampa de Alemania a Francia
Los alemanes cruzaron en tres días el bosque de las Ardenas y avanzaron hacia la línea defensiva francesa en el río Mosa, situado cerca de Sedan. Su deseo es atrapar al ejercito francobritánico, que se encuentra en Bélgica. Toman esta ciudad francesa en solo un día y prosiguen su avance de un modo imparable. Si se encuentran ríos construyen puntes y los sobrepasan, ya que cuentan de su lado con Heiz Guderian, quien usa los tanques y los aviones Stukas para atacar con fuerza y celeridad en la estrategia conocida como la guerra relámpago (Blitzkrig). El jefe de gobierno francés, Paul Reynaud, llama a Winston Churchill avisando de que los alemanes tienen vía libre a París. Los generales franceses, por su parte, se encuentran completamente desconcertados ante esta situación y son incapaces de reaccionar.
Por fin, el alto mando francés se da cuenta de que han caído en la trampa. Se ordena un contraataque con Charles de Gaulle a la cabeza de la Brigada Acorazada el 17 de mayo de 1940. A pesar de contar con más y mejores tanques, este contraataque es ineficaz porque no cuenta con un apoyo aéreo determinante, dejando indefensos a los vehículos acorazados ante los Stukas.
El ejército francés, en su avance, desconoce dónde se encuentran los alemanes. El 26 de mayo de 1940 los alemanes llegan finalmente al Canal de la Mancha. Con este movimiento de pinza han conseguido cerrar y aislar a parte del ejército francobritánico. El 28 de mayo el rey belga capitula con su ejército mientras que la fuerza expedicionaria británica se repliega sin previo aviso a la costa, provocando la desmembración de los ejércitos aliados.
Dunkerke y el Canal de la Mancha
En París, el jefe de gobierno francés Paul Reynaud destituye a Gamelin, y pone al general Maxime Weygand al frente. Además, y para levantar la moral, Reynaud nombra como vicepresidente al mariscal Philippe Pétain. Sin embargo, Pétain se vuelve pronto en contra de las políticas de su jefe de gobierno, por lo que Weygand se ve obligado a ordenar una retirada completa a Dunkerke de su ejército. Adolf Hitler les deja retirarse, ya que tiene en mente firmar un tratado de paz por separado con Inglaterra para aislar completamente a Francia.
El 29 de mayo, en Dover, Churchill ordena que todos los barcos vayan a rescatar a los soldados atrapados en Dunkerke, entre los que se encuentra el general Montgomery. Los franceses, mientras tanto, retienen unos días a los alemanes en la periferia de la ciudad, garantizando una ventana de tiempo para la evacuación. Finalmente, el 4 de junio el ejército alemán llega a las costas, consiguiendo atrapar a 80.000 franceses. Sin embargo, en ese tiempo fueron evacuados satisfactoriamente 218.000 soldados británicos y 120.000 franceses. Hitler declarará ese día, el 4 de junio, como Día de la Fiesta Nacional Alemana. Francia se hunde, pero Reynaud asciende a general a Charles de Gaulle, quies es un firme defensor de continuar la lucha y no rendirse.
Llegada a Dover (Reino Unido) el 31 de mayo de 1940 de un destructor con soldados británicos rescatados de las costas de Dunkerke. Puttnam (Mr) and Malindine (Mr), War Office official photographer / Public domain
Italia y el avance alemán a París
Observando detenidamente los acontecimientos de Francia, el 10 de junio de 1940 Benito Mussolini declara en Roma la guerra a Gran Bretaña y Francia. Seguido por los éxitos de Alemania sobre Francia, desea ser partícipe para incorporar la isla de Córcega, Marsella, el valle del Ródano, Túnez y Malta a Italia. Sin embargo, sus incursiones iniciales sobre Francia son retenidas por el ejército galo en los Alpes.
La ofensiva alemana hacia el oeste de Europa en 1940 continuó. Las tropas alemanas dirigidas por el general Rommel siguen avanzando y atacan Normandía, entrando en la ciudad de Ruan. Finalmente, el 14 de junio de 1940 los alemanes entran en París. El gobierno francés se traslada entonces a Burdeos, mientras que el ejército alemán se incauta de toda la documentación ministerial. Entre esta documentación se incluyó la firma original del Tratado de Versalles, que fue inmediatamente enviada a Hitler.
Adolf Hitler paseando en París por la plaza de Trocadero, con la Torre Eiffel al fondo, el 23 de junio de 1940. Bundesarchiv, Bild 183-H28708 / Heinrich Hoffmann / CC-BY-SA 3.0 / CC BY-SA 3.0 DE
La ofensiva alemana hacia el oeste de Europa en 1940 hace que Francia se divida en dos
Con el ejército alemán en París y el gobierno francés en Burdeos, Francia entra en unos días tumultuosos. El 16 de junio, y presionado por el consejo de ministros, Reynaud renuncia a su cargo siendo sustituido por Philippe Pétain. Al día siguiente, Pétain manifiesta que busca un armisticio con los alemanes, que es rápidamente rechazado, el 18 de junio, por el general Charles de Gaulle desde Londres.
La victoria alemana y la derrota francesa
El 22 de junio de 1940 es una fecha clave. Es cuando se firma oficialmente la victoria alemana y la derrota francesa. En un alarde de propaganda, Adolf Hitler firma el armisticio con Francia en el mismo tren donde se selló la derrota alemana al final de la Primera Guerra Mundial, con el Tratado de Versalles.
En este armisticio se acuerda la capitulación de Francia, incluyendo entre otras medidas el cese de hostilidades entre las autoridades del Tercer Reich y los representantes del gobierno francés del mariscal Pétain.
Adolf Hitler y parte de su equipo de gobierno el 21 de junio de 1940 junto al vagón de tren en la Compiègne donde se firmaría al día siguiente el armisticio con Francia. Bundesarchiv, Bild 183-M1112-500 / CC-BY-SA 3.0 / CC BY-SA 3.0 DE
La delegación francesa está encabezada por el general Charles Huntziger. Para ahorrarse tropas Alemania, deja que Francia tenga una soberanía bajo el mandato alemán con un pequeño ejército para controlar a la población, pero sin armas pesadas.
Francia, además, se divide en partes. Una zona ocupada al norte y que va por la costa atlántica hasta España. Italia se hace por su parte con unas pequeñas localizaciones al oeste, en la zona de los Alpes y controlando el Mediterráneo. El resto de Francia es conocida como la Zona Libre, con su nueva capital en Vichy. Se escoge este emplazamiento por su gran cantidad de hoteles que les servirán como ministerios.
La doble visión de la marina francesa
El gobierno de Vichy continúa controlando el imperio colonial y una marina potente. Esto genera recelos en ambos bandos. Por un lado, Alemania exige que se desarmen sus barcos y se queden en sus puertos, ya que piensa que podrían unirse a Gran Bretaña. Gran Bretaña, por el contrario, piensa que podrían ser integrados en el ejército alemán, amenazando seriamente a Gran Bretaña. Finalmente, Churchill ordena a la Marina Real el 3 de julio de 1940 que los neutralice. La Marina Real se dirige hacia uno de los mayores puertos franceses, Mazalquivir, en Argelia. Les avisan que hundan sus propios barcos, pero el gobierno de Vichy lo rechaza. Es entonces cuando Gran Bretaña abre fuego y hunde dos acorazados, dos cruceros y un destructor de la flota francesa. El Gobierno de Vichy quiere declarar la guerra a Gran Bretaña, pero el mariscal Pétain se opone.
El destructor francés Mogador incendiando tras el fuego británico en Mazalquivir el 3 de julio de 1940. Public domain
Gran Bretaña amenazada: RAF vs. Lufftwaffe
Los alemanes ocupan en julio de 1940 las islas anglonormandas, Jersey y Guernesey, en lo que se interpreta como un paso previo para aproximarse a Gran Bretaña y preparar su invasión.
Los británicos se preparan para la invasión. Mientras que Estados Unidos suministra material de guerra y provisiones, Churchill confía en defender el espacio aéreo con los Spitfire de la RAF (Real Air Force). Además, el desarrollo del radar les permite detectar aviones y guiar a los pilotos al enemigo.
Los pilotos provienen de todo el imperio Británico, pero también de los países en el exilio en Londres, como Polonia, Checoslovaquia, Holanda, Bélgica, Estados Unidos y la primera fuerza libre francesa, con Charles de Gaulle a la cabeza.
Por otro lado, los pilotos alemanes fueron entrenados por las juventudes Hitlerianas y se encuentran bajo el mandato de Hermann Göring. Éste instala el cuartel de la Lufftwaffe, la fuerza aérea alemana, en el hotel Ritz de París. Desde los aeropuertos de las zonas ocupadas atacan a los barcos del Canal de la Mancha y los aeropuertos e instalaciones aeroportuarias en el sur de Inglaterra.
Los alemanes consiguen derribar 500 aviones británicos, pero pierden 1000 de los suyos. Ante esta situación, Hitler decide posponer sus planes de invasión, siendo su primer revés en la guerra. Sin embargo, decide cambiar de táctica y realizar ahora bombardeos nocturnos. Este cambio de estrategia fue realmente un error de Hitler, ya que la RAF estaba realmente herida. Aunque el ataque sobre estos países fue constante, la ofensiva alemana hacia el oeste de Europa en 1940 fue determinante para los sucesos por llegar en los siguientes años.